Ahorro de 10.000 euros en Las Palmas de Gran Canaria

Luces LED en la Avenida Mesa y López

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La Concejalía de Alumbrado Público y Aguas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha completado la renovación del alumbrado público en la avenida Mesa y López, entre las plazas de España y de América, instalando lámparas led en todas las farolas de este trayecto y sustituyendo las antiguas lámparas y equipos de vapor de sodio alta presión, lo que permite reducir el consumo diario de energía casi un 65%, ahorrando anualmente más de 10.000 euros y evitando también lanzar a la atmósfera unas 60 toneladas al año de CO2, además de reducir la contaminación lumínica.


El concejal de Alumbrado y Aguas, Roberto Santana, destaca que con la sustitución de un total de 60 lámparas por otras de tecnología led más eficiente, “a la vez que elevamos el nivel lumínico existente, logramos mayor eficiencia energética, reducimos la contaminación atmosférica y también la lumínica y obtenemos un importante ahorro para las arcas públicas, a la vez que cumplimos con la legislación vigente, que nos impone este tipo de actuaciones para seguir avanzando en una senda de reducción del consumo energético y protección de nuestro planeta”.


Según explica, se ha optado por un sistema de luz blanca, que aumenta tanto la seguridad como el confort visual, y se incorpora un sistema de telecontrol con el uso de nuevas tecnologías “que permiten obtener un alumbrado público más eficiente para nuestra ciudad”.


El Ayuntamiento ha invertido 30.000 euros en estas mejoras y se espera amortizar esta inversión en menos de 3 años, dado el ahorro energético que se produce y que va a ser de más de 73.000 kWh al año, lo que supone pasar de 15.894 euros actuales a una factura anual de 5.929 euros, evitando además arrojar a la atmósfera un total de 56,8 toneladas de C02 cada año.


También se incorpora una tecnología que permite simplificar la gestión de las instalaciones de alumbrado, mejorando el nivel de servicio y ampliando las prestaciones. Las lámparas cuentan con un dispositivo protector de sobretensiones, un controlador para su telegestión y la disposición de ubicar un sensor de movimiento en el propio cuerpo de la luminaria, con el objetivo de que quede integrado en ella siempre que sea necesario.


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