Market Report Coal 2018

​La demanda del carbón se mantendrá estable hasta 2023

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La demanda mundial de carbón ha aumentado por segundo año consecutivo en 2017, pero se prevé que se estabilice durante los próximos cinco años. Su menor uso en Europa y América del Norte se contrarresta con un fuerte crecimiento en India y el sudeste asiático.


La demanda mundial de carbón creció un 1% el pasado año (2017), alcanzando los 7. 585 millones de toneladas (Mt), debido al aumento de la producción industrial y del consumo de electricidad. La generación de electricidad proveniente del carbón, aumentó en más de 250 TWh (equivalente a un +3%), y representó cerca del 40% de la generación de electricidad adicional en todo el mundo. Su participación en el mix eléctrico global se mantiene en un 38% tras algunos años de caída, impulsado por China e India, países en los que se espera que la demanda de carbón vuelva a crecer en 2018.


Para Carlos Fernández, factores como la aplicación de políticas climáticas y de calidad del aire, las campañas de desinversión del carbón, los anuncios de eliminación gradual, la mayor competitividad de las energías renovables o los abundantes suministros de gas natural, incidirán sobre estos crecimientos. Como resultado, la AIE pronostica que su contribución al mix energético global, disminuirá ligeramente del 27% en 2017 al 25% en 2023.


Sin embargo, la demanda de carbón crece en gran parte de Asia por su precio asequible y su disponibilidad, con India a la cabeza, aunque su tasa de crecimiento del 3,9% anual, se está reduciendo por el desarrollo de las energías renovables y el uso de tecnología más eficiente en las nuevas centrales eléctricas de carbón. En Indonesia, Vietnam, Filipinas, Malasia y Pakistán, también se espera un crecimiento en la demanda de esta materia prima.


China,principal actor en el mercado mundial del carbón, disminuirá gradualmente su demanda (estimada en un 1% promedio anual) por el desarrollo de políticas más sostenibles, especialmente relacionadas con la calidad del aire. Por esta razón, el informe pronostica que el crecimiento global en la generación de electricidad proveniente del carbón se frenará en 2020.


Además, en un número creciente de países, la eliminación gradual de la generación de carbón es un objetivo clave, pero las tendencias del mercado se resisten al cambio.


Para el experto de la AIE: “la historia del carbón es la historia de dos mundos con políticas climáticas y económicas antagónicas”. Mientras en algunos países se cierran las centrales eléctricas de carbón, en otros, sigue siendo clave para asegurar el acceso a la energía de manera asequible. “Para muchos países, particularmente en el sur y sureste de Asia, el carbón garantiza la seguridad energética e impulsa el desarrollo económico”.


Respecto a Europa, Carlos Fernández expuso que las políticas medioambientales, unidas a la expansión de las renovables por su mayor competitividad (eólica y solar), provocarán la salida del carbón del mix energético, sobre todo en Europa Occidental. En 2023, Francia y Suecia cerrarán sus últimas plantas de carbón y Alemania se mantendrá como único consumidor de relevancia.


Sin embargo, la demanda de carbón se mantiene estable en Europa del Este donde en países como Grecia, Polonia o Balcanes se construyen nuevas centrales eléctricas de carbón, aunque su demanda no aumentará al reemplazarse las centrales más antiguas y menos eficientes.


En este contexto, la Agencia considera esenciales las tecnologías de captura, utilización y almacenamiento de carbono para cubrir las necesidades de energía actuales y futuras, teniendo en cuenta los objetivos climáticos mundiales y nacionales, y aboga por acelerar la inversión y despliegue de estas tecnologías.

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