Periodistas y docentes ya cuentan con un manual de buenas prácticas ambientales

El Cabildo de Gran Canaria pone el acento en la corresponsabilidad con la publicación del Manual Transversal de Buenas Prácticas en Educación Ambiental, una herramienta innovadora destinada a comunicadores, técnicos, monitores y docentes que nace para ayudar a mejorar la relación entre el ser humano y la naturaleza en plena crisis ambiental. 

Editado con materiales totalmente reciclables, el Manual de Buenas Prácticas identifica y evalúa ejemplos eficaces para "generar procesos de cambio hacia sociedades más sostenibles”, explicó el consejero de Medio Ambiente del Cabildo, Miguel Ángel Rodríguez, unos cambios que pasan por “usar mejor los materiales, respetar la naturaleza y hasta mejorar la relación con uno mismo y los demás", explicó el consejero, "porque para afrontar la crisis ambiental que nos viene debemos cambiar ya nuestra forma de relacionarnos con el mundo”.

Partiendo de la base de que la educación ambiental "debe servir para modificar hábitos y conductas, no solo ofrecer conocimiento", este manual trata de dar relevancia a "aquellos valores que fomentan la convivencia equilibrada” con el entorno, "así como tomar conciencia de las consecuencias que nuestra conducta tiene sobre nuestra vida y la vida que nos rodea", reflexionó.

Se trata de una publicación lanzada con 1.000 ejemplares que el Cabildo distribuirá de manera gratuita en centros de enseñanza, bibliotecas públicas, ayuntamientos y colectivos sociales, y que puede ser recogido igualmente por la ciudadanía en las instalaciones del Jardín Canario o en la Consejería de Medio Ambiente y Emergencias hasta fin de existencias, aunque cualquier persona también se lo podrá descargar del enlace http://www.jardincanario.org/publicaciones.

El Manual se presenta atendiendo a cinco grandes estrategias, en función del tipo de relación que se puede adoptar con el medio. Por una parte, se ocupa de la relación del ser humano con los materiales y los medios primarios, atendiendo a la reutilización, el reciclado o la reducción de materia prima (Estrategia RE), la relación con las distintas forma de vida (Estrageia BIO), la vinculación de personas con otros seres humanos (Estrategia CO), nuestra relación con nosotros mismos (Estrategia PRO) y el uso eficiente y sostenible de las tecnologías (estrategia DI).

“La solución está en nosotros mismos y pasa por tomar conciencia y cambiar hábitos y para ello es imprescindible cooperar y no competir, trascender y plantearnos que estamos de paso en este mundo, por lo que nuestra huella debe ser una huella verde, una huella amable, una huella de amor para con las próximas generaciones”, añadió.

El director del Jardín Botánico Viera y Clavijo, Juli Caujapé, explicó que la conocida como biodiversidad “más que un número determinado de especies, es la suma de las relaciones, de los nexos, entre esas especies” por lo que este Manual se centra en “mejorar esas relaciones, sobre todo las que tienen que ver con la especie humana, que son las más insostenibles”.

El trabajo trata de dar relevancia “a esos pequeños núcleos de esperanza con los que se está cambiando y mejorando el mundo cada día”, comentó el investigador y miembro del equipo educativo del Jardín Canario, Eugenio Reyes, quien es además coautor del libro. “La sociedad contemporánea exige una nueva práctica de inteligencia colectiva dedicada a repensar nuestras relaciones con el entorno, con los materiales o con nosotros mismos, que es precisamente por lo que apuesta el libro”.

El principal objetivo del libro es contribuir a modificar algunos hábitos para no cambiar el ciclo de la vida en el entorno. La reducción en el consumo de agua, un uso eficiente de la energía o el empleo de materiales biodegradables son ejemplos de cambios en la relación con el entorno sin generar mayores desequilibrios con la naturaleza.