Enrique Rodríguez de Azero

Energía renovable igual a responsabilidad y futuro

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Durante los últimos años, hemos podido observar la definitiva evolución del sector energético en el mundo. Y la energía renovable es sin duda la gran campeona. Hoy nadie discute que las energías renovables son maduras y competitivas. Y encima son clave en la solución a la crisis climática mundial. Ha sido un camino duro. Lleno de desinformación y grandes debates. Algunos, los menos, y en España, pero más ruidosos, habían logrado generar ruido durante años y la música no lograba oírse limpiamente. Otros hacíamos esfuerzos por hacernos oír y explicábamos aquello de que la renovable no era un gasto, sino una inversión. Una maravillosa y única oportunidad.


Entretanto, las oportunidades se convertían en problemas a modo de nueva legislación creadora de inseguridad jurídica y retroactividad, propia e impropia. Hoy pagamos el festín de algún político que no dispuesto a hablar ni negociar, apostó por litigar y judicializar el sector. El liderazgo que ostentaba España se convirtió en un abandono de la carrera, en parálisis. Pero el mundo empresarial no estaba dispuesto a claudicar y emigró. Se fue a destinos lejanos; con gran éxito, por cierto. El conocimiento español era importante y sirvió para que la empresa española siguiera avanzando, y con ello llegara la madurez definitiva de unas tecnologías que lo están cambiando todo.


La eólica sigue avanzando en el mundo con paso firme y consigue introducir unos cincuenta gigavatios anuales. La energía fotovoltaica triplica a la eólica y no solo avanza rápido, lo inunda todo. Vemos que anualmente aparecen nuevas patentes en diversos países, que incorporan la energía fotovoltaica, desde vehículos eléctricos con paneles solares que se auto recargan, hasta todo tipo de productos para lograr la ansiada emisión cero y la mayor electrificación posible.


La energía renovable no solo ha llegado para quedarse, sino para producir un verdadero cambio de paradigma. La autosuficiencia energética, la energía más barata, la lucha contra el cambio climático, la reducción de emisiones, la democratización de la energía, están aquí para quedarse y colocarse al frente en la batalla por lograr una sociedad más justa, libre y responsable. Ahora ya hay un plan, un ambicioso plan, que pretende incorporar en España seis mil megavatios anuales en los próximos diez años. Solo queda que se haga de manera ordenada y primando la seguridad de suministro.


Si además implementamos las redes inteligentes, almacenamiento con baterías a gran escala, proyectos hidráulicos, geotermia, eólica marina, y un montón de otras posibilidades técnicas, se conseguirá el objetivo, tendremos una economía descarbonizada, electrificada y con los costes más bajos posibles. Por el futuro de nuestros hijos, SÍ a la renovable, seamos responsables. O lo que es lo mismo “#apuestaporlaenergíapositiva. La renovable”.

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