Artículo de Rafael Martell

¡Paren los molinos!

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Canarias, madrugada de domingo a lunes, 3 de la mañana, vientos alisios fuertes, temperatura agradable, la mayor parte de la población descansa (baja demanda energética). Saltan las alarmas en el centro de control de REE, los aerogeneradores producen más de 35% de la demanda de energía, pero su energía es variable (como el viento), lo grupos fósiles de las centrales térmicas ya están al régimen más bajo posible (dentro de los márgenes de seguridad), incluso algunos han sido desacoplados (desconectados de la red) y funcionan en vacío, potencia rodante lo llaman. La energía barata y renovable que nos aporta el viento, no se puede aprovechar más y se manda a PARAR MOLINOS, (lo llaman limitar aerogeneradores). Desde el centro de control de REE se manda al control de cada parque eólico la orden de parada con este motivo: “Excedentes de generación no integrables en el sistema”. Pocas horas después, amaneciendo, la población se activa y la demanda aumenta rápidamente, antes de las 7 de la mañana ya se ha revertido la situación y el centro de control de REE da la orden de marcha para los aerogeneradores que se habían limitado unas horas antes.


Aclaración, estas situaciones duran pocas horas, no se paran/limitan todos los aerogeneradores sino solo una parte hasta reducir la generación eólica a una potencia asumible por el sistema eléctrico, y esto solo sucede las noches de mucho viento (normalmente hace más viento por el día que por la noche) y coincide con días de baja demanda eléctrica (madrugadas de domingo a lunes, por ejemplo).


Así a priori, podríamos interpretar estas circunstancias como un despropósito. Sin embargo, son buenas noticias y son un reto que debemos afrontar/planificar. El viento lleva aportando energía limpia a Canarias desde la década de los 90, pero nunca aportó tanto como ahora, nunca fue necesario parar/limitar aerogeneradores. La implantación de nuevos parques eólicos en Canarias estos últimos años ha sido todo un éxito y, gracias a ese éxito, aunque parezca una contradicción, la eólica, con sus ventajas e inconvenientes ha llevado al límite al sistema, y ha puesto la operación del sistema eléctrico en Canarias “patas arriba”. Se han evidenciado las virtudes y las carencias de cada fuente de generación, y sobre todo los límites de sistemas eléctricos pequeños y aislados. La eólica produce gran cantidad de energía limpia y barata, pero inestable (como el viento) e incapaz de seguir la demanda. Los grupos térmicos nos aportan seguridad y seguimiento de demanda, pero la eólica los lleva a trabajar fuera de su rango óptimo de trabajo y los costes son altos, económicos y medioambientales. Por decirlo en lenguaje coloquial, los grupos térmicos siempre han seguido la demanda, pero ahora deben seguir la demanda y seguir a la eólica a la vez, y, en ocasiones, esos seguimientos son divergentes y, sencillamente, los grupos fósiles no fueron diseñados para ese nivel de “estrés operativo”.


A corto plazo debemos seguir instalando más aerogeneradores, como se prevé tras la publicación por el IDAE de la resolución definitiva de adjudicatarios de la primera subasta eólica de Canarias. Con más eólica por supuesto aumentaran las paradas/limitaciones a parques eólicos y el viento nocturno desaprovechado. Este “desperdicio” eólico será mitigado en parte por la implantación masiva de la movilidad eléctrica, ya que en muchas circunstancias los vehículos eléctricos se recargarán por las noches, cuando no se usan y aprovechando las ventajas de las tarifas especificas nocturnas donde la recarga será más barata.


No sería desdeñable la revisión de los procedimientos de operación de REE en Canarias, no porque no sean óptimos, sino porque se aprobaron hace ya unos años y las circunstancias y la tecnología han cambiado desde entonces. E independientemente de los resultados, sobre todo, porque de todas las acciones a emprender para mitigar las limitaciones de aerogeneradores, esta es relativamente barata, inocua y rápida, ya que hablamos de modelos informáticos donde testear diferentes situaciones límite.


Se deben habilitar a los Parques Eólicos de Canarias, como ya sucede en península desde hace tiempo, a participar de servicios de ajuste, evitando en gran medida la limitaciones o paradas forzosas y participando en un mercado de ajustes, sin duda beneficioso para todos. No habría que desarrollar normativa específica sino aplicar la que ya está en vigor para península. No requiere de inversiones y sería una medida eficaz, como se ha demostrado (salvando las distancias de tamaño) en el sistema peninsular.


Y, a largo plazo, no queda otro remedio que plantearse grandes inversiones, costosas, comprometidas y complicadas, pero serán la única manera de avanzar en penetración renovables. Aquí cabe todo, sustituir grupos fósiles por otros nuevos más flexibles, bombeos (bombeo Chira Soria está publicado y en fase de alegaciones), baterías de todo tipo, interconexiones y smartgrids, condensadores incluso otras tecnologías aún en fase de I+D. Todas estas alternativas tienen ventajas e inconvenientes sobre otras, no existe la solución única y, seguramente, acabemos implementado varias de estas alternativas, combinadas adecuadamente. Y, como siempre en los sistemas eléctricos, ahí está la clave, la COMBINACIÓN ADECUADA de diferentes tecnologías de generación y diferentes tecnologías de integración en red. Pero también es necesaria la combinación adecuada de coste y momento, y esto requiere de buena planificación, de estudios comparativos y, sobre todo, de compromiso político. 

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