Un macrocomplejo hotelero de Tenerife promete abastecerse con renovables en un 90%

El proyecto Punta de Abona pretende ser "el complejo turístico ecosostenible más importante de Europa" y servirá para marcar en Canarias el comienzo de "un nuevo modelo en este sector, basado en la responsabilidad y en el uso de energías renovables", según sus impulsores, que aspiran a ser "referente durante los próximos treinta años".

El objetivo es la regeneración de un espacio de 1,7 millones de metros cuadrados de suelo "altamente degradado, de los cuales la ocupación hotelera solo representa el 17% de la superficie", y será autosuficiente energéticamente.

El complejo turístico Punta de Abona utilizará diferentes energías renovables: eólica, solar, hidráulica, geotérmica, mareomotriz y aerotérmica, combinadas con sistemas de gestión y control. Todo ello dará un aprovechamiento óptimo y aportará tasas de autoconsumo de entre el 70 % y el 90 %. Además, empleará sistemas de generación de energía vanguardistas que van desde un campo fotovoltaico general hasta diferentes soluciones que se ejecutarán en cada una de las unidades de actividad en forma de vidrios fotovoltaicos, marquesinas y paneles de fachada.

El proyecto que impulsa la empresa Playa de Arico SA, implica "la regeneración de todo el litoral de Punta de Abona –uno de los más degradados de la isla, especialmente en la zona del faro y la leprosería–, la preservación y recuperación de poblaciones de fauna y flora autóctonas y la construcción del denominado “Espacio Punta Abona, Parque ambiental de Abona”, como Espacio de Arte, Cultura, Naturaleza y Turismo, que servirá para conocer la historia de esta parte de Tenerife, pero también su prehistoria, sus características geográficas y sus hábitats".

Para la construcción de los cuatro hoteles que conforman el complejo turístico se ha tenido especialmente en cuenta el respeto del litoral, por lo que los hoteles estarán ubicados hacia el interior del espacio, en las proximidades de la autopista TF-1, siguiendo una respuesta arquitectónica adaptada a la orografía del sitio y a su sistema de lomas y barrancos regenerados, de tal manera que los edificios, de poca altura, quedarán bajo las lomas y no serán visibles desde la autopista. Este hecho, unido al uso de energías renovables y de agua desalada –que será depurada para riego tras su uso–, convierte a estos hoteles en los alojamientos turísticos más modernos, sostenibles y adaptados al territorio de toda la Comunidad canaria, España y Europa.