Las ciudades pueden jugar un rol esencial en la lucha contra las emisiones y la polución

Ciudades como Hamburgo, San Francisco y Shanghai "muestran que cuanto más ambiciosas son, más firme se hace la idea de tener energías renovables en todas partes"

Hamburgo informe



La pandemia ha puesto de relieve la batalla global de las ciudades por un aire más limpio y un futuro mejor. La edición 2021 del Renewables in Cities Global Status Report de REN21, el único informe que realiza un balance de los esfuerzos de transición energética de las ciudades en todo el mundo, revela que alrededor de mil millones de personas viven en ciudades que cuentan con un objetivo o política de energías renovables. El número de ciudades que han aplicado prohibiciones parciales o totales de los combustibles fósiles se quintuplicó en 2020.


Por segundo año, REN21 mide la situación de cómo las ciudades de todo el mundo utilizan la energía renovable para combatir las emisiones y prevenir la polución y el cambio climático. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, quienes representan las tres cuartas partes del consumo mundial de energía final.


“Con su impacto a escala, las ciudades son nuestra mejor apuesta para planificar, desarrollar y construir un futuro renovable. Sin embargo, con demasiada frecuencia, su potencial detransformación permanece enormemente infrautilizado”, sostiene la Directora Ejecutiva de REN21, Rana Adib. 


“Es un trabajo difícil el convertir en realidad las ambiciones de bajas emisiones de carbono en entornos ya construidos y densamente poblados. Los gobiernos nacionales deben colocar el dinero, capacidad y, sobre todo poderes legislativos, en manos de las autoridades locales”. Las ciudades deben hacer la transición a las energías renovables y fijar fechas límite para los combustibles fósiles en todos los sectores


Un factor crítico para el éxito de las estrategias climáticas de las ciudades es reemplazar rápidamente los combustibles fósiles con energías renovables en los sectores de calor y frío, así como en el transporte. Estos sectores son responsables de la mayor parte de las emisiones globales y se abordan mejor a nivel local.


El informe demuestra que, a menudo, la compra de electricidad renovable de la ciudad para sus propias operaciones es uno de los primeros pasos que toman los líderes locales. Pero según Adib, esto no es suficiente. “Ciudades como Hamburgo, San Francisco y Shanghai muestran que cuanto más ambiciosas son, más firme se hace la idea de tener energías renovables en todas partes. Las ciudades imponen estrictos códigos de edificación y obligaciones de energía renovable. Pero lo más importante es que establecieron una fecha límite para el uso de gas, petróleo y carbón”, apunta Adib.


En 2020, 43 ciudades ya lo habían hecho y también habían aplicado prohibiciones de combustibles fósiles en el sector de calor y / o transporte, cinco veces más que en 2019. Alrededor de mil millones de personas, aproximadamente una cuarta parte de la población urbana mundial, viven en ciudades donde tienen un objetivo o una política de energía renovable. “Pero por muy inspiradores que sean estos ejemplos”, dice Adib, “todavía estamos muy lejos de lo que se necesita para frenar el cambio climático a tiempo”.


El confinamiento del año pasado junto con la desaparición repentina del tráfico, la alteración
completa de los estilos de vida que trajo como resultado un aire más limpio y entornos menos
ruidosos, han dado a los ciudadanos una idea de cómo podrían ser las alternativas a las carreteras
llenas de gente y los cielos contaminados.


Los líderes de las ciudades ahora están aprovechando este impulso, alejándose de los combustibles
fósiles contaminantes y construyendo sistemas de energía limpios y resilientes en su lugar. “El
creciente apoyo ciudadano le da a Santiago un mandato real para actuar contra el cambio climático.
Nuestros residentes exigen que el gobierno tome medidas audaces”, explica Isabel Aguilera,
Directora de Medio Ambiente de la ciudad de Santiago, Chile.


El informe Renewables in Cities 2021 Global Status Report también muestra que, además de las
reducciones de emisiones, muchos otros beneficios locales esperan a quienes toman su futuro
energético en sus propias manos: desde la creación de empleos y bienestar locales hasta una mayor
calidad de vida y ciudadanos más saludables. “La transición a una economía de cero emisiones de
carbono presenta enormes oportunidades de desarrollo económico para Orlando y la región central
de Florida, algunas de las cuales ya estamos comenzando a ver que estimulan nuestra economía
local, mejoran la salud pública, reducen los impactos ambientales y crean empleos significativos con
salarios altos para nuestros residentes”, dice Buddy Dyer, alcalde de la ciudad de Orlando (Florida,
EE. UU.).


En ocasiones, como en ejemplos recientes de Japón y la República de Corea, los gobiernos locales
pueden incluso presionar a los gobiernos nacionales para que sean más ambiciosos. Pero, si bien el
informe presenta historias alentadoras de todas las regiones del mundo, vii la gran mayoría de las
ciudades aún no han descubierto cómo emprender acciones ambiciosas o carecen del poder y los
recursos para hacerlo.

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