¿Te preocupa cuántos desechos electrónicos generas? Conoce las cuatro erres que reducen su impacto

Se trata de estrategias clave que cualquier usuario puede implementar para reducir su huella ecológica


Reciclar electronica



La informática, y la tecnología en general, producen una gran cantidad de desechos electrónicos, de cerca de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos cada año en el mundo, según el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA). Solo en España, la cantidad de residuos electrónicos producidos anualmente es de más de un millón de toneladas, pero solo se recicla un tercio de los residuos generados. 


Por eso, estrategias como la economía circular se presentan clave para mitigar las consecuencias ecológicas de la incesante evolución de la tecnología. “Priorizar la reparación de los dispositivos antes que la sustitución, será esencial para reducir el impacto medioambiental, además de alargar el ciclo de sustitución de nuestros dispositivos”, indican fuentes de Anovo, empresa especializada en servicios de postventa tecnológica. 


Reducir, reutilizar, reparar y reciclar. Son las cuatro erres que como estrategias clave cualquier usuario puede implementar para reducir su huella ecológica:

Reducir. Consumir de manera responsable es esencial para el correcto devenir del medioambiente. En este sentido, los usuarios pueden optar por la constante renovación de sus dispositivos o, en cambio, por mantenerlos mientras cumplan su función, alargando así la vida de los dispositivos. En esta misma línea, los usuarios también pueden elegir marcas que opten por políticas de menor impacto medioambiental.

Reutilizar. Muchos aparatos pueden cumplir otras funciones después de no ser útiles para desempeñar la función principal por la que fueron adquiridos. En caso de ser así, los dispositivos que ya no son usados pueden ser regalados o vendidos para posibilitar una segunda vida útil y, en última instancia, reducir el impacto ambiental.

Reparar. Cuando los dispositivos dejan de ser funcionales, estos pueden ser reparados. Así pues, los servicios de asistencia técnica (SAT), como es el caso de ANOVO, ofrecen la posibilidad de alargar la vida útil de nuestros dispositivos, incluso cuando parece que han dejado de funcionar.

Reciclar. Cuando no es posible alguna de las opciones anteriores, es clave no desechar los dispositivos en cualquier contenedor, ya que cuentan con sustancias dañinas para el planeta y para la salud humana. Existen muchos puntos de recogida para garantizar el correcto reciclaje de los aparatos.


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