Según cifras del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la ineficiencia es la causante del 40% del consumo energético. De hecho, la empresa Kokono calcula que rehabilitar un edificio entero puede implicar un ahorro energético de entre el 50% y el 70%, aunque es un dato que depende del nivel y el tipo de rehabilitación.
En este sentido, según un estudio por BBVA Research, en nuestro país la vivienda supone el 24% de las emisiones de CO2 de los hogares, lo que significa que es la segunda fuente que más CO2 emite después de la movilidad. Llegar a cero emisiones de carbono netas para 2050 requiere sí o sí conseguir que la certificación energética de todos los edificios sea la A, hecho que supondría una mayor eficiencia de los edificios españoles.
"Para poder llegar a los objetivos marcados para 2030, en España se debería multiplicar por diez lo ya rehabilitado con tal de reducir unas emisiones de CO2 preocupantes", afirman desde Kokono.
Si bien se requiere la implicación de muchos actores para poder llevar a cabo este proceso, existe una figura clave que puede ayudar a acelerar la rehabilitación de viviendas: los grandes propietarios. Según Benjamín Mauret, co-fundador de Kokono, “los dueños de grandes porfolios pueden contribuir muy positivamente a esta rehabilitación, un proceso que no solamente supone ventajas para los residentes de las viviendas, sino también para los mismos dueños”. Las principales ventajas son ahorrar en gastos de consumo o reducir emisiones.
En este sentido, apostar por la rehabilitación energética significa que los dueños no solamente mejorarán el aislamiento térmico de sus edificios, sino que también realizarán una importante inversión en sus viviendas y edificios, revalorizándolos y añadiendo liquidez a la hora de vender.
El ahorro energético no es la única ventaja de rehabilitar energéticamente un edificio, existen otros incentivos para los grandes propietarios a la hora de rehabilitar sus propiedades:
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