Las pequeñas plantas fotovoltaicas contribuyeron con casi 2.200 millones de euros al PIB

Tal y como se desprende del estudio, socializar una pequeña parte de la generación contribuye a dinamizar nuestra economía y nuestras comarcas


Fotovoltaicas anper


Las pequeñas plantas fotovoltaicas –inferiores o iguales a 100 kW- contribuyeron con casi 2.200 millones de euros al PIB nacional durante el año 2021, lo que les permitió además mantener alrededor de 20.000 puestos de trabajo. Es una de las conclusiones del estudio “Contribución económica y social de las pequeñas instalaciones fotovoltaicas en España”, un informe realizado por PwC España para Anpier (Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica), en el que se revela la trascendencia del colectivo de 65.000 familias españolas en el proceso de maduración de la tecnología fotovoltaica.


Estas instalaciones se reparten a lo largo del territorio nacional, concentrándose casi la mitad de la potencia instalada que representan, en municipios del “reto demográfico”, caracterizados por una economía agraria, con menor renta y mayor desempleo. Por otra parte, teniendo en cuenta los impuestos soportados y recaudados tanto de forma directa, como indirecta e inducida, los pequeños productores contribuyeron a la recaudación de alrededor de 530 millones de euros de ingresos para la hacienda pública y la Seguridad Social.


Anpier considera que es preciso dinamizar la instalación de autoconsumos y comunidades energéticas; pero sin olvidarnos de que el grueso del suministro energético, y por tanto de los ingresos que produce el sol, será aportado por la red general de distribución y transporte y, en este sentido, es esencial que en ello puedan participar los pequeños proyectos sociales, reservando al menos, un 20% de los proyectos previstos para alcanzar la potencia fijada en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima); además, fomentando las instalaciones de menos de 5 MW obtenemos ventajas: técnicas, territoriales, medioambientales, paisajísticas, económicas y geopolíticas.


Tal y como se desprende del estudio, socializar una pequeña parte de la generación contribuye dinamizar nuestra economía y nuestras comarcas; sin embargo, para Anpier el primer problema y más acuciante del sector es la ausencia de puntos de evacuación, un nudo que habría de resolverse con urgencia porque impide el acceso a proyectos de pequeño y mediano tamaño, que son los accesibles a pymes y ciudadanos.


La energía eléctrica siempre ha tenido un precio más contenido en el mercado mayorista gracias a la penetración de las renovables, en un orden de magnitud que compensa los apoyos que estas tecnologías perciben. Las horas de fuerte entrada de eólica y fotovoltaica desploman en muchas ocasiones los precios de la electricidad, en beneficio de los consumidores, las industria y la competitividad de nuestro país; nada de esto hubiera llegado a este punto -desde el que se seguirá alcanzando cada mes ahorros mayores- sin los primeros productores, que fueron llamados por el Estado español a iniciar este proceso.

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