El Ayuntamiento de LPGC firmará en breve el Pacto de los Alcaldes e inicia la transición hacia un consumo energético más sostenible

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El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tiene previsto suscribir, con motivo de la próxima Semana Europea de la Energía, el Pacto de los Alcaldes que, propiciado por la Comunidad Europea, ha sido declarado como la iniciativa urbana más grande del mundo en materia de clima y energía. Una iniciativa que  agrupa a miles de autoridades locales y regionales con el compromiso voluntario de aplicar en sus territorios los objetivos climáticos y energéticos de la UE y que pronto se implementará en la capital grancanaria.


Preparándose para dicha firma, la concejala de Sostenibilidad y Limpieza de la corporación capitalina, Pilar Álvarez, ha anunciado hoy que en breve, "probablemente en el Pleno del 31 de marzo, se procederá a la aprobación de un Plan de Política Energética municipal que queremos tenga el consenso de todos los grupos municipales, con el fin de que los principios que se recogen en el mismo tengan una vida que vaya más allá de cualquier plazo legislativo".


El anuncio de este trabajo en favor de la transición hacia un modelo energético más sostenible lo realizó la concejal en el transcurso de la presentación de la diagnosis energética del Ayuntamiento, un documento enmarcado dentro de la estrategia Ecolocal, que señala las deficiencias a subsanar y las mejoras a aplicar, y que servirá de hoja de ruta para dicha adhesión de Las Palmas de Gran Canaria al Pacto de los Alcaldes que auspicia la UE.


Para la concejala, "este trabajo, encaminado al desarrollo del Plan de Acción por la Energía Sostenible y el Clima ha tenido, además, otra parte buena, la de que por primera vez políticos y técnicos nos hemos sentado a trabajar coordinadamente, y esto nos ha permitido a todos establecer nuevos mecanismos de colaboración"


La diagnosis presentada hoy por la concejala, y coordinada por la Agencia Local Gestora de la Energía (ALGE), evidencia el alto coste económico que supone el mantenimiento de los servicios municipales como alumbrado público y el mantenimiento de las zonas verdes, además de las dependencias administrativas del Ayuntamiento. Álvarez desveló que el Consistorio abonó en 2015 (último año del que se tienen datos cerrados) un total de 8.817.144 euros en facturas de electricidad y consumo de agua. El gasto más alto correspondió al consumo eléctrico, con una factura de 5.323.534 euros, mientras que por el agua se pagaron 3.493.609 euros.


De los 1.686 contadores de electricidad y agua que están a nombre del Ayuntamiento, sólo 183 de ellos gastan el 50% de esos casi nueve millones de euros anuales. El estudio señala que los mayores gastos en este campo se concentran en, entre otros, el parque Juan Pablo II (con una factura anual de 193.344 euros entre electricidad y agua), los campos de fútbol de La Ballena y alrededores (183.776 euros), las oficinas municipales del edificio Metropol (115.364 euros), la Fuente Luminosa (109.312 euros) y las instalaciones del servicio municipal de Limpieza en Las Torres (96.819 euros). Sólo el gasto en facturas de electricidad y agua anuales supone el 17% del presupuesto municipal del Capítulo II (gastos corrientes).


Una vez realizada esta diagnosis, la Concejalía de Sostenibilidad y la ALGE crearon hace varios meses un grupo de expertos que está formado por técnicos de distintos departamentos municipales (Alumbrado y Aguas, Parques y Jardines o Deportes) y que actuará de manera transversal para reconducir la tendencia al alza del gasto energético. El Equipo de Gestión Energética Municipal, además de evaluar mensualmente esta diagnosis y coordinar las acciones de ahorro y eficiencia más apropiadas, ha fijado ya varios objetivos de reducción del gasto en recursos energéticos municipales y emisiones de CO2.


Entre las medidas a aplicar de manera inmediata, este equipo de técnicos municipales señala las siguientes: revisar las potencias contratadas para el suministro eléctrico en los puntos de mayor consumo (se calcula que podría generar un ahorro cercano a los 160.000 euros anuales); revisar las polizas de consumo 0, es decir, en dependencias cerradas o zonas en las que no hay un uso habitual de electricidad o agua (se calcula que se ahorrarían casi 5.000 euros al año); eliminar la penalización de la energía reactiva (mediante la colocación de baterías de condensadores se podrían ahorrar 30.000 euros al año); aunque aún estén sin cuantificar, la revisión y ajuste de encendido de los puntos de iluminación a determinados horarios y la revisión de los puntos de mayor consumo de agua también se suman a esta estrategia de ahorro. Por último, el equipo de técnicos propone una serie de medidas activas en las dependencias municipales y en la red de colegios públicos que conllevarán la implicación de los trabajadores y de la población usuaria de estos edificios con la finalidad de hacer un buen uso de la luz y el agua, y evitar gastos innecesarios. Se calcula que esta implicación de los empleados municipales y la población usuaria permitirá ahorrar un 10% de la factura sólo en los cuatro edificios del Ayuntamiento con mayor gasto, es decir más de 30.000 euros.


Con la aplicación de todas estas medidas de manera inmediata, el Ayuntamiento lograría ahorrarse cada año más de 215.000 euros en facturas de electricidad y agua, un 5% del presupuesto que se dedica a pagar estos gastos. En este sentido la ALGE ya ha probado el éxito de algunas de estas recomendaciones al revisar y reducir la potencia contratada sobre los contadores del Centro de Emprendedores que el IMEF gestiona en el Sebadal. Esta intervención permitirá este mismo año un ahorro de 15.000 euros al Ayuntamiento sólo en este edificio.


Otras medidas que la ALGE prevé llevar a cabo en un futuro cercano es la implantación progresiva del proyecto Euronet 50/50 en los 68 colegios públicos de la ciudad, concienciando a la comunidad escolar de la necesidad de ahorrar, y premiando a los centros con reinvertir en ellos todo lo que se ahorre en facturas de luz y agua. Además, el Servicio Municipal de Limpieza tiene previsto instalar en las dependencias de Las Torres un dispositivo fotovoltaico, con cargo al plan de cooperación del Cabildo 2017, que permitiría ahorrar 5.600 euros anuales al Ayuntamiento, y la disminución en 42 toneladas de gases de efecto invernadero.


El equipo de gestión energética municipal también calcula que en un plazo medio esta cuenta de ahorro económico se verá incrementada aún más cuando, gracias a los trabajos previstos por Parques y Jardines, se dote a las principales zonas verdes de la ciudad de una red de conducciones que suministre agua depurada para riego y fuentes, un agua que se produce a coste cero. En el parque Juan Pablo II ya se está acometiendo esta novedosa instalación de conducción de agua, lo que permitirá al Ayuntamiento ahorrar antes de que acabe el año más de 173.000 euros anuales, que es lo que se consume en la actualidad por la compra de agua de abasto para riego y fuentes.


Durante este año se espera consolidar el Equipo de Gestión Energética Municipal y ampliar la participación de técnicos municipales procedentes de otras áreas. Este equipo de trabajo será de gran valor en el diseño y seguimiento del Plan de Acción por la Energía Sostenible y el Clima que se deberá elaborar en los dos años siguientes de la firma del Pacto de los Alcaldes, al que Las Palmas de Gran Canaria se va a adherir en los próximos meses.



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