Entrevista a Oscar Bergasa. Oceanógrafo. Director de la empresa Elittoral

“Los vertidos y las microalgas son dos hechos que no tienen ninguna relación entre sí”

OSCARBERGASA


En el año 2006, Rosana Álvarez y Óscar Bergasa fundaron una consultora ambiental marina denominada Elittoral. Su objetivo principal era satisfacer la demanda de estudios relacionados con el litoral que existía en Canarias. Hoy día presta servicios en países como Marruecos, Mauritania, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Ecuador y Costa Rica, entre otros, por encargo de gobiernos, multilaterales y/o grandes empresas; y tiene sedes en Guatemala y Ecuador. Su oficina central está en el centro de la ciudad universitaria de Las Palmas de Gran Canaria.


La inquietante presencia en los dos últimos meses de microalgas en nuestras costas y la aparición en el debate público de los vertidos de agua sin depurar nos invitaba a sentarnos con una empresa que cuenta con 15 profesionales -entre ellos 6 doctores- y que conocen en profundidad -nunca mejor dicho- el agua que rodea a las Islas Canarias.


¿Cuál es la razón de la aparición de las microalgas?


Son un efecto más de las manifestaciones del cambio climático -cada vez más presente- que se están produciendo a nivel oceánico y a nivel global. No debe de sorprendernos: es una alerta más.


Pero se sospecha que están relacionadas directamente con los vertidos de agua sin depurar...


No tiene nada que ver. Los vertidos y las microalgas son dos hechos que no tienen ninguna relación entre sí. Los vertidos son un problema que a día de hoy todavía no ha sido resuelto y que tenemos en todas las islas, sobre todo en las que están más habitadas. Estos vertidos crean innumerables inconvenientes. El problema no está solo en la depuración sino en la conducción al medio marino de esas aguas.


¿Se puede llegar, como se dice, al 99% de vertidos limpios?


A día de hoy es evidente que no. Creo que los vertidos limpios no son ni el 20% ni el 99%. Probablemente sea un dato intermedio y ninguno de las informaciones sean totalmente ciertas. Todavía tenemos mucho camino que recorrer y existen muchísimas razones ambientales por las que no nos interesa verter aguas sin depurar al medio marino. A nadie le interesa un mar contaminado.


¿Y los barcos? ¿Tan complicado es controlar los vertidos de los barcos?


Como todo lo relacionado con la actividad humana y los recursos naturales, es un asunto complejo, pero se debe abordar. En estos casos, el control de las aguas de las sentinas de los barcos es exclusivamente portuario, y por tanto de las capitanías. Recibimos tráfico marítimo de sitios que deben preocuparnos y que nos deberían poner en alerta para tener un control mucho más exhaustivo por interés nuestro.


Estamos sufriendo un proceso de calentamiento global. Este proceso de tropicalización y cambios en nuestros ecosistemas se puede ver acelerado por entradas de especies que no son de aquí, que vienen favorecidas por los tráficos marítimos, las operaciones de deslastre de las aguas de sentina de algún barco o a través de las plataformas petrolíferas. O sea, necesitamos monitorizar más profusamente si estamos cuidando o no que especies que no son autóctonas puedan llegar y quedarse a residir en nuestros fondos marinos.


No se trata de alertar a la población sino de ser conscientes de que tenemos una amenaza. El cambio climático ha llegado para quedarse. Hace unos años hablábamos de evitar el cambio climático, hoy hablamos de acciones para mitigarlo y evitar, en la medida de lo posible, sus efectos nocivos.


¿Nos tenemos que acostumbrar a las microalgas?


Probablemente. A las que ya conocemos ahora y a las que están por aparecer como consecuencia natural de los procesos tróficos que ocurren en el medio marino.


En general, ¿cuál es el estado de las aguas canarias?


Las masas de aguas son lo suficientemente grandes para decir que, en líneas generales, están en buen estado de salud. También lo dicen los programas de vigilancia ambiental, aunque también es verdad que creemos que la red de muestreo está necesitada de ser revisada y por lo tanto de volver a ser diseñada; es muy mejorable. Es decir, si mides el agua en un punto como una playa o un lugar de baño, es probable que no haya contaminación que pueda suponer un problema para la salud de los bañistas; pero si que puede ser que estemos provocando problemas sobre el medio ambiente marino. Sí coincido que uno de los grandes amenazas a la calidad de las aguas lo suponen los vertidos. Este es el mayor problema y existen demasiados sitios en los que ocurre.


Pero podemos bañarnos sin miedo.


Yo opino que sin lugar a dudas podemos estar tranquilos. Existe una relación directa entre la existencia de contaminación de una playa y el riesgo en tu salud. Si hay presencia, por ejemplo, de Escherichia coli en el agua de baño en concentraciones elevadas podemos poner en riesgo nuestra salud. Hay una clara relación entre causa y efecto, o sea, playa contaminada es igual a problema de salud. Esto es lo que condiciona el posible cierre de una playa. Y ciertamente, los controles sobre las aguas de playas son muy fiables y tienen una información contrastable. Hay un registro sobre el control de playas de toda España que se actualiza de forma quincenal en la Dirección General de Salud Pública. Si alguna playa se cierra es porque existen unos niveles de contaminación microbiológica que supera los niveles que indica la normativa y las autoridades actúan.


Por otra parte, nadie habla de los problemas medioambientales y eso nos tendría que preocupar mucho más: los efectos sobre el medio marino, las especies y el ecosistema pueden ser devastadores. Debemos analizar esta situación porque los problemas que aparecen en ese entorno no son automáticos, como el caso de las aguas de baño, sino a medio o largo plazo.


¿Qué podemos hacer como ciudadanos de a pie?


Gracias a las microalgas ha salido a la luz el debate de los vertidos, aunque nos guarden relación directa. Hoy día además las redes sociales, sobre todo, con su gran capacidad de denuncia y difundir evidencias con vídeos de nos permiten conocer mejor la realidad de algunos problemas ambientales, como el de ciertos vertidos. Aún así, me sorprende la sociedad en la que vivimos. Si vas al Roque Nublo, encuentras basura por el camino. No le hecho la culpa a los turistas porque somos todos nosotros, como sociedad, los que debemos hacer un ejercicio de autocrítica y sensibilidad. Tenemos por delante un largo camino que recorrer en temas de gestión de basura, que es una obligación para la Administración pero también para nosotros como ciudadanos. Somos una sociedad muy cómoda.


Se está apostado por la energía eólica offshore, ¿afectan los molinos sobre el mar a nuestro ecosistema marino?


La energía eólica offshore es una oportunidad y un recurso muy bueno. Hay que apostar por esa fuente de energía y escoger correctamente el sitio donde ubicarlos. Cualquier actividad humana afecta al medio ambiente y en el caso de la instalación de estructuras offshore, lo mismo en lo referente al fondo marino, por lo que la selección de la ubicación tiene que hacerse respetando el medio, teniendo cuidado para que no se produzca un daño más grande que no compense esa obtención de energía limpia. Es lo mismo que pasa en tierra: a nadie se le ocurriría poner un molino en un paraje protegido; pues lo mismo pasa en el mar. Hay lugares en los que se pueden poner y lugares en los que no se pueden poner. La obra tiene que justificarse desde un punto de vista ambiental.

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