Coches solares a competición: World Solar Challenger


COCHESOLAR

Las energías renovables, entre ellas la solar, están llamadas a contribuir de manera fundamental a combatir el cambio climático, uno de los mayores retos que afronta la humanidad del siglo XXI; en esa lucha, competiciones como la World Solar Challenger suponen un ‘empujón’ importante.


Si los enamorados del mundo del motor adquieren interés en carreras con este tipo, cabe la posibilidad que asuman esta tecnología como la idónea para sus vehículos de uso diario, contribuyendo con ello a mejorar el medio ambiente de su entorno. Desde que en 1987 un aventurero holandés, Hans Tholstrup, puso en marcha este desafío, ya se han celebrado 9 ediciones; la salida de la edición correspondiente al 2017 la realizaron 42 equipos de 21 nacionalidades, aunque la dureza de los 3.021 km de desierto australiano que separan Darwin de Adelaida, enseguida empezó a provocar bajas.


Esta prueba atrae a equipos de todo el mundo, muchos de los cuales están fundados con el apoyo de universidades, empresas o incluso institutos. Los resultados de las tecnologías aplicadas a cada vehículo les abren el camino para la aplicación de nuevas soluciones para vehículos más comerciales.

Hans Tholstrup fue el primero en circunnavegar el continente australiano en un barco de 16 m de eslora; posteriormente, se involucró en varias competiciones con vehículos diseñados para lograr el ahorro de combustible.Ya en la década de 1980, se dio cuenta de la necesidad de explorar fuentes de energía renovable para sustituir a los combustibles fósiles. Apoyado por la empresa petrolera BP, diseñó el primer vehículo solar, llamado The Quiet Achiever, viajando los 4.052 km entre Sídney y Perth en 20 días. Fue el precursor del World Solar Challenge.

Después de la cuarta edición, vendió los derechos al estado de Australia del Sur, y la organización de la carrera fue asumido por Chris Selwood. La carrera se realizaba cada 3 años hasta 1999, cuando se cambió a 2 años.

Mucho ha cambiado la tecnología de estos vehículos experimentales desde los 67 km/h que alcanzó el coche ganador de la primera de las carreras, el Sunraycer de General Motors.

La World Solar Challenge se celebra con sus competidores, divididos en la clase Challenger, que valora la rapidez; la clase Cruiser, introducida en 2013 para premiar la practicidad, y la clase Adventure, disponen hasta el 15 de octubre para completar la distancia. La dureza del terreno y la climatología pone a prueba tanto a las máquinas como a los equipos humanos, por lo que siempre es preciso esperar al final de la prueba, al día 15 de octubre en la edición actual, para saber quién se alza con el triunfo, en horas las posiciones cambian con facilidad.

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