El pulso de Iberdrola: el momento de actuar

Iberdrola


Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, ha pedido a la industria de todos los sectores que "sigan su ejemplo" y tomen medidas contra el cambio climático porque considera que "el momento de hablar ya ha pasado; ahora es el momento de actuar".


Durante su intervención en un acto celebrado en el marco de la Cumbre del Clima que se celebra en Bonn (Alemania), Sánchez Galán ha explicado la decisión de la compañía de cerrar sus centrales de carbón de Lada y Velilla (Palencia) para cumplir con su objetivo de reducir la intensidad de sus emisiones de carbono en un 50% en 2030. Así, ha garantizado que la multinacional seguirá haciendo su parte pero necesita que "otras industrias y compañías" sigan su "ejemplo".


En este contexto, ha defendido que el camino hacia una economía descarbonizada, sostenible y competitiva "no es un problema sino una oportunidad única que crea valor para la sociedad en su conjunto". "Esta transición necesita esfuerzos continuos y responsabilidad compartida. Tanto las empresas como los gobiernos debemos trabajar juntos más que nunca para desarrollar marcos, tecnologías y habilidades estables con el fin de impulsar el mundo hacia un futuro energético más limpio, sostenible, eficiente y económicamente viable", ha concluido.


El cierre de las centrales térmicas ha provocado un gran debate político en el que cada uno defiende sus posturas. Uno de los actores que se ha sumado es Greenpeace, que ha aplaudido la iniciativa de Iberdrola y ha pedido al Gobierno español que, en coherencia con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París, no bloquee el cierre de las centrales térmicas de carbón de Iberdrola, sino que "dé un mensaje sólido de lucha contra el cambio climático y asuma un compromiso para el abandono de las energías sucias y a favor de las energías renovables".


Greenpeace ha celebrado la decisión de Iberdrola de solicitar al Ministerio de Energía el cierre de sus dos centrales térmicas de carbón en España, que suman 874 megavatios (MW) y que emitieron más de dos millones de toneladas de CO2 en 2016, al tratarse el carbón del combustible que más contribuye al cambio climático. Dicho plan de cierre incluye el compromiso de mantenimiento del empleo, algo "fundamental", según Greenpeace, para la necesaria transición justa del carbón a la energía sostenible".


Para la organización ecologista, el anuncio de cierre de todas las centrales térmicas de carbón de Iberdrola es "una victoria de la lucha contra el cambio climático", y considera que es "una de las novedades más positivas" de la Cumbre internacional del clima (COP23), cuando se inicia en Bonn el tramo ministerial de la cita.


Greenpeace ha pedido al resto de las grandes eléctricas que operan en España (Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP y Viesgo) que informen de sus planes de cierre de sus respectivas térmicas de carbón, para que el Gobierno pueda planificar un nuevo sistema eléctrico sin carbón a partir de 2025. En este sentido, recuerda que de momento, tres de las cinco grandes eléctricas españolas (Iberdrola, Endesa y EDP) han pedido que los objetivos europeos de renovables se eleven del 27% al 35% para 2030, en el contexto del debate del paquete europeo de energía y clima. "Pero el Gobierno español no apoya ni más objetivos de renovables, ni más participación ciudadana, sino que quiere nuevas subvenciones para la energía sucia", lamenta.


En las últimas horas, el Ministerio de Industria se ha enfrentado a Iberdrola y le exige las cuentas de las centrales de carbón que cerrará. Seguiremos de cerca esta historia.

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