La energía eólica marina británica alcanza la paridad con los combustibles fósiles

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La reducción de costes es un factor clave para poder ofrecer tarifas de electricidad más baratas y eficientes. La explotación de las energías renovables se impone con fuerza en el consumo eléctrico europeo. Se trata de energías relativamente nuevas en comparación con el consumo de fuentes convencionales, por lo que todo apunta a que sus costos tenderán a reducirse a la larga para poder ofrecer mejores tarifas de electricidad.


La energía eólica marina, concretamente, consiste en aprovechar la velocidad del viento para crear energía, con la diferencia que dentro del mar esta velocidad es mucho más constante y mayor, llegando a ser entre un 30 y 50 por ciento superior que los aerogeneradores situados en tierra firme. Esto quiere decir que su potencial es tal, que podría cubrir hasta siete veces la demanda energética de Europa. Siendo Dinamarca y Reino Unido los países que presentan mejores condiciones para instalar este tipo de tecnología en sus costas, ya que actualmente un parque eólico offshore debe situarse en aguas poco profundas.


Ventajas del uso de la energía eólica marina


Para poder transportar esta energía hacia la costa se establece un cableado en el fondo marino a una profundidad considerable para que las anclas, la pesca o la fauna no puedan deteriorar la instalación. Sin embargo, la vida útil de estos parques marinos es más larga que la de los terrestres, ya que se trata de aerogeneradores de un mayor tamaño y consistencia; y su ubicación no presenta restricciones por acercamiento a núcleos urbanos o limitaciones de espacio, mejorando a su vez el impacto visual y evitando que el ruido sea un problema. Además, el océano no presenta obstáculos que distorsionen o alteren la dirección del viento.


No obstante, su instalación no es sencilla. Como tampoco lo es su mantenimiento su arquitectura debido a la agresividad de las corrientes marinas. Es por ello que esta fuente marítima de energía requiere de medios más especializados y costos que en la tierra. En esta línea, invertir en su precisión para reducir los costes ligados al consumo y envejecimiento de su estructura, resultará clave para poder fomentar el consumo renovable y disminuir, así, el precio de la electricidad en España.


Pero empezamos a tener precedentes de su éxito en lugares como Gran Bretaña. La eólica marina británica alcanza la paridad con los combustibles fósiles.


Tres multinacionales del sector eólico -la danesa DONG Energy, la alemana Innogy y la portuguesa EDPR- acaban de anunciar que han ganado sendas licencias para construir otros tantos parques eólicos en el Reino Unido. Lo han hecho en la última convocatoria abierta por el Gobierno británico, en la que el coste de la eólica marina ha caído hasta un 50% con respecto al registrado hace tan solo dos años, en 2015. Los tres parques estarán operativos en 2023.


La promotora de Triton Knoll (Innogy) estima que esta instalación comenzará a generar electricidad en 2021. A continuación, llegarán Hornsea Two (DONG Energy) y Moray East (EDPR), que está previsto comiencen a operar durante el bienio 2022 y 2023. Con una potencia de 1.400 megavatios, Hornsea Two se convertirá en el parque eólico marino más grande del mundo (para que nos hagamos una idea de su capacidad, la central nuclear más potente de España no llega ni a los 1.100 megavatios). Lloyd's Register está prestando servicios de ingeniería varios a los parques de Hornsea Two y Moray East. Según las estimaciones que maneja esta multinacional de la ingeniería, los factores de carga de estas tres instalaciones eólicas se aproximan al 50%, cuando ahora mismo lo normal es que ronden el 37. La I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) están haciendo posible -según Lloyd's- que el coste de generación de electricidad en un parque eólico marino sea ya comparable al coste de generación que ofertan las centrales térmicas que queman combustibles fósiles.

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