Manuel Martínez. Consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife

En beneficio del interés común

Manuel martinez (1)


En tiempos convulsos como los que estamos viviendo, y me refiero más concretamente al tiempo climatológico más que al político, definir el interés común y el beneficio para toda la sociedad se nos presenta como un reto en sí mismo. Para los socialistas encontrarlo de forma urgente es tan importante como que es nuestra principal seña de identidad. Siempre lo ha sido, pero ahora es más perentorio aún. Es nuestra razón de ser, nuestro principal desafío si de verdad queremos ser una sociedad cohesionada y justa no solo con ella misma, sino también con el futuro de nuestros hijos y nietos si nos atenemos a las amenazas que se ciernen sobre lo que nos da la vida, que es, ni más ni menos, que el agua y cómo conseguirla para que sea accesible a todos.


Por eso, en esta aventura capital alrededor del mundo hidraúlico, que es como hablar de nuestra propia vida, un ciclo que aspiramos que se repita una y otra vez mejor que la anterior, pues a eso es a lo que llamamos los socialistas progreso, pues nos va la vida en ello. La inversión sostenida y comprometida en este apartado es esencial para nuestro desarrollo. Desde que se pusieran en marcha las galerías y pozos que son también señas de identidad de la historia de nuestra isla, lo público ha ido rezagado. ¿Que quiere decir esto? Que no se lideró en primer lugar lo que debería haber sido una apuesta de lo público por ser vanguardia en términos de buscar, encontrar, distribuir y cuidar el agua que nos dio y nos da la vida. Pero ahora, décadas después, eso ha cambiado. Lo estamos viendo en el Cabildo donde un grupo humano y técnico trabaja a diario porque esa tesis de que el interés común va primero sea una realidad constante y nos defina como sociedad que queremos ser.


Por ello no podemos dejar escapar oportunidades como ante la que estamos ahora con un horizonte expansivo en cuanto a inversión. Ese papel de distribuir agua de calidad a través de la regeneración de las aguas residuales es un tren al que nos debemos subir todas las administraciones apostando firmemente para que no se nos escurra de las manos un liderazgo que debe ser asumido por las administraciones. Dejarlo pasar sería imperdonable. Abogar porque se imponga esa visión progresista es ineludible para nuestros intereses, que son los de toda una comunidad que espera unas administraciones responsables en el presente, ilusionante con el futuro y consciente de los errores del pasado.


Seguir avanzando en la regeneración de estas aguas residuales en la que se trabaja desde hace unos años para lograr por un lado, en la reutilización de un agua de calidad para el riego de cultivos y jardines y por otro lado en disminuir los vertidos al mar de esta agua que ya es un nuevo recurso, más si cabe si tenemos en cuenta la sequía que lleva azotando a la isla estos últimos años.


Con este panorama, no nos podemos permitir procrastinar en la búsqueda de la definición de ese interés común que hemos detectado en la inclusión de una nueva fuente de vida en las aguas regeneradas. Es su tiempo y estamos aquí para dar cumplida cuenta de nuestra razón de ser: el interés común. 

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