Sequía en España, bosque en el Sáhara

Sequia embalse


Ya da igual creer o no creer en el cambio climático: España está viviendo la peor sequía de la historia. El incremento de las temperaturas se ha combinado con la escasez de precipitaciones y con el aumento de la demanda de recursos hídricos para producir una situación nueva, más grave que las anteriores, según revelan los análisis del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).


Los embalses -a falta de contabilizar las últimas y bienvenidas lluvias- están al 36,5% de su capacidad, frente al 54,8% de media de los últimos 10 años. Se trata de una situación mala que se torna dramática en algunas cuencas, como la del Tajo y el Segura, donde apenas se llega al 9% de capacidad. Hasta Galicia está en alerta y Vigo tiene graves problemas de escasez.


Así lo recordó el Observatorio de la Sostenibilidad, que apuntó también a la singularidad de la actual sequía, basándose en los datos del CSIC. Este organismo ha preparado una herramienta, el Monitor de Sequía Global, que permite analizar la evolución de los ciclos hidrológicos en la Península Ibérica desde mediados de siglo y sus datos revelan que algo importante ha cambiado.


Además de las precipitaciones, el modelo del CSIC incluye datos de temperatura y evapotranspiración -el agua del suelo que vuelve a la atmósfera como consecuencia de la evaporación y de la transpiración de las plantas- que confirman una nueva tendencia. De acuerdo con el OSE, "el aumento de las temperaturas registrado en las últimas décadas ha aumentado la severidad de las sequías, incluso aunque éstas hayan registrado más precipitaciones que otras en el pasado".


A este problema, que afecta a todas las regiones con clima mediterráneo, se suma el aumento de las demandas de recursos hídricos. Durante los últimos 30 años, la superficie de regadío -responsable de casi el 80% del consumo total- ha crecido un 20%; la urbanización, un 75%, y la población, un 20%, hasta 46,5 millones de personas. A todo ello hay que sumar una escalada del 66% del turismo, hasta los 84 millones de visitantes anuales.


El resultado, subraya el OSE, es que "España se encuentra en niveles muy altos de consumo respecto a la capacidad de carga del medio natural" y que "las situaciones de escasez y los episodios adversos de estrés hídrico van a ser la norma".


Y mientras, en otro lugar del mundo, cercano a nuestras Islas Canarias, el proyecto “Bosque del Sahara” está funcionando y en las primeras 3 hectáreas de desierto, de las casi 200 que abarcará el plan completo, se producirán unas 135 toneladas anuales de hortalizas orgánicas.


Gracias al apoyo del gobierno jordano, el noruego y con fondos de la UE, se consiguió poner en funcionamiento un sistema de refrigeración por agua salada, que permite el funcionamiento de los invernaderos, además de emplearse diversas tecnologías verdes, como es la captación de la energía solar y su almacenamiento y la implantación de plantas desalinizadoras.


A lo mejor, es hora de ir aprendiendo de nuestros vecinos.

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