Hyundai reina entre los taxis eléctricos de Canarias

La marca coreana es líder de este mercado en las Islas con más del 40% de cuota

Hyundai taxi



El sector del taxi busca nuevas maneras de ahorrar costes y mejorar la relación con el medio ambiente. Una de ellas es la del vehículo eléctrico, donde Hyundai acapara el 80% de los taxis eléctricos que ruedan por Canarias, en su mayoría el modelo Ioniq, de los que ya ruedan diez unidades en Gran Canaria, y muy recientemente en la isla de Tenerife se han vendido los dos primeros taxis eléctricos, también de Hyundai.
Hyundai es líder del mercado eléctrico en Canarias con más del 40% de cuota en 2019, y se aprovecha de las increíbles ventajas fiscales que se ofrecen a la hora de la adquisición de un nuevo vehículo, ya que no tendrán que pagar el IGIC ni el impuesto de matriculación, además de que el sector del taxi disfruta de una reducción de hasta un 75% en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, en función del Ayuntamiento en el que vehículo esté inscrito.
Una vez adquirido un taxi eléctrico, "el ahorro continúa presente a lo largo de toda la vida útil del vehículo, ya que experimentan un ahorro estimado anual en gastos de mantenimiento del 60%. Todo ello es debido al bajo coste del mismo, ya que el vehículo eléctrico carece de aceite, filtro de aceite, filtro de aire del motor y gracias al freno regenerativo mediante levas, el desgaste de las pastillas de freno es mínimo. Lo que hace que en muy poco tiempo se amortice la inversión y rápidamente se esté ahorrando dinero frente a un motor de gasolina", informa el concesionario.
Y por supuesto, la razón más llamativa, es el ahorro en combustible, pues el gasto antes dedicado a combustible ahora se traslada a electricidad, reduciéndose hasta un 70% aproximadamente, y esto supone que con su taxi eléctrico sean capaces de recorrer distancias de 100 km por tan sólo 1 €. Según José Ramón Almeida, profesional del sector del taxi y conductor de un IONIQ taxi 100% eléctrico , esto puede le supone un ahorro de hasta 2.600€ al año en combustible.
Las condiciones laborales para el profesional también mejoran notablemente, gracias a una conducción mucho más agradable y placentera, con la desaparición del calor dentro del habitáculo propio de los motores de combustión y la ausencia de los molestos ruidos, vibraciones y gases inherentes al motor de gasolina o diésel, permitiendo una conducción mucho más relajada.


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