Gran Canaria asume el reto de disminuir la energía fósil en desalación

Istmo de Guanarteme (Las Palmas de Gran Canaria)


Gran Canaria superó en los primeros años del milenio el riesgo de desabastecimiento de agua que se produjo por el agotamiento de los recursos naturales y por el aumento de la demanda, fue gracias a la implantación de las desaladoras y depuradoras, lo que la convirtió en referente internacional. Ahora se enfrenta al reto de disminuir el uso de carburantes fósiles sustituyéndolos por fuentes limpias como el viento y el sol, una posibilidad que abre grandes puertas también en otros puntos del planeta que confluirán mañana en la Feria Canagua&Energía, donde la analista del Banco Mundial Beatriz Lougedo disertará sobre la perspectiva internacional del binomio agua-energía.


Las infraestructuras de tratamiento de agua de Gran Canaria consumen el 15% de la producción eléctrica de la Isla, más de 80 megavatios al día, y el objetivo del Cabildo es producir el 40 por ciento de la energía que requieren con fuentes renovables para reducir las emisiones de CO2 al menos en 17.500 toneladas al año y ahorrar el equivalente a 4.700 toneladas de petróleo al año, lo que además disminuye la dependencia energética del exterior.


Gran Canaria atesora conocimientos en desalación para exportar gracias a la experiencia que ha acumulado, tanto es así que hace unos días una delegación de Corea del Sur estuvo en Gran Canaria para trasladar su modelo a la isla de Jeju, Patrimonio de la Humanidad.


En 1996 las reservas de aguas de Gran Canaria ya estaban a menos del 50 por ciento al pasar de 2.125 millones de metros cúbicos en 1972 a menos de un millón, y las previsiones no eran halagüeñas ya que vaticinaban que en 2006 se llegaría a una situación límite debido por un lado al aumento de población y del turismo, y por otro a la disminución de las lluvias. Una situación que no se produjo gracias a la desalación.


La primera planta para el abastecimiento de la capital grancanaria se instaló en 1970 con una capacidad de producción de 6,5 millones de metros cúbicos al año, cifras que crecieron de forma constante con la construcción de nuevas infraestructuras en las década siguientes.


La obtención de agua desalada se duplicó de 1996 a 2006 al pasar de 46 millones de metros cúbicos a casi 90. En la actualidad ya supera los 100 millones de metros cúbicos al año y permite responder al 50 por ciento de la demanda de agua de la Isla y al 100 por ciento para el abastecimiento de la población y el turismo en los núcleos ubicados bajo la cota de 300 metros.


Por la importancia que ha tenido la desalación en Gran Canaria, pionera también desde la Mancomunidad del Sureste en ligarla a las renovables, lo que le valió presentar su experiencia en la ONU, la Feria Canagua&energía ha sido promovida por el Cabildo de Gran Canaria para que las empresas del sector muestren sus últimas novedades y los profesionales conozcan las avances disponibles también a través de ponencias, no solo la del Banco Mundial, también de otros entes internacionales como Africagua o la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.


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