¿Ha sido un mal día para la industria petrolera?

Exxon, Chevron y Shell se enfrentan a nuevas directrices respecto de las emisiones y la necesidad de una transición limpia

Chevron planeta



Este miércoles se han producido "una serie de golpes históricos para la industria del petróleo y el gas, ya que los inversores y los tribunales se han rebelado contra los planes climáticos inadecuados que hasta ahora venían manejando los grandes gigantes de los hidrocarburos". Es probable que las implicaciones a largo plazo de estas votaciones para la industria del petróleo y el gas sean significativas y pueden hacer "que se vean obligados a gastar menos dinero en la búsqueda de nuevo petróleo y gas, poniendo en duda todo su enfoque del negocio", asegura un informe de Periodistas por el Planeta.

"Un grupo radical de inversores, llamado Engine No. 1, impulsó una rebelión en la asamblea de accionistas de ExxonMobil, y en contra de los deseos de la dirección de la empresa, lograron imponer dos directores nuevos en el board que tienen como mandato tomar medidas para combatir el cambio climático", afirma.

Por otro lado, inversores de Chevron "aprobaron una resolución que obliga a la empresa a dar cuenta de las emisiones causadas por la quema de sus productos de combustibles fósiles y a reducirlas. Y Shell, que ya se había enfrentado a una acción de los accionistas por un plan climático inadecuado, recibió la orden de los tribunales holandeses de reducir sus emisiones en un 45% respecto a los niveles de 2019 para 2030".

Es probable que el cambio de quiénes están representados en el Consejo "tenga implicaciones para la dirección a largo plazo de Exxon, y aunque estos nuevos directores no son radicales, representarían un cambio importante hacia una mejor comprensión y apreciación de la necesidad de una transición a la energía limpia y la necesidad de limitar la dependencia de los combustibles fósiles", añade el informe.

"Los mayores gestores de activos del mundo, como BlackRock y Vanguard, que tienen importantes participaciones en Exxon y otras grandes petroleras, han expresado públicamente su preocupación por el riesgo que la transición a la energía limpia supondrá para las empresas de combustibles fósiles. Ayer, con los activistas protestando frente a sus oficinas, BlackRock reveló que había votado a favor de tres de los cuatro candidatos de Engine No. 1 para formar parte del consejo de administración de Exxon. A principios de este mes, el tradicional y algo conservador grupo de empresas Institutional Shareholder Services (ISS), que asesora a los accionistas sobre cómo votar, recomendó votar también a favor de la lista de directores alternativos de Engine nº 1", continúa el informe.

Estas votaciones y recomendaciones de algunos de los mayores y más importantes actores de las finanzas sientan un precedente que preocupará a otras empresas petroleras y de gas. La semana pasada, el 30% de los accionistas de Shell votaron en contra de la dirección por un plan climático más ambicioso, y ahora, los tribunales holandeses "han ordenado a Shell que tome medidas más radicales, creando un claro precedente para las grandes petroleras". Se suma a que más del 60% de los accionistas de Chevron han votado para obligar a la empresa a rendir cuentas de las emisiones causadas por la combustión del petróleo que vende.

Cabe recordar que la semana pasada, un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía aumentó el escrutinio del plan de negocio de ExxonMobil, y la reciente conclusión de la AIE sobre la vía net-zero, según la cual el mundo necesita dejar de explorar nuevas reservas de petróleo y gas si quiere cumplir los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Los planes de ExxonMobil de perforar nuevos e importantes yacimientos de petróleo y gas están claramente en conflicto con esos objetivos. Antes de la votación, Charles Penner, de Engine No.1, dijo que "el cambio está llegando" a la empresa y a la industria.

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