¿Es la moto eléctrica el futuro del transporte?

    Vigo moto


    Las motos eléctricas son unos vehículos cada vez más populares. Las zonas urbanas son los lugares donde son más demandadas debido a su respeto por la ecología, su agilidad en la carretera y su facilidad para encontrar aparcamiento. Aunque aún hay apartados donde deben mejorar, las motocicletas con propulsores eléctricos pueden ser el futuro del transporte en los centros de las grandes ciudades. 


    Las motocicletas con propulsor eléctrico presentan interesantes beneficios. Entre los más destacados se encuentran:


  1. Ahorro en combustible. La electricidad es más barata que la gasolina, por lo que recargar este tipo de vehículo hará que ahorremos dinero frente a las motocicletas tradicionales.
  2. Menor mantenimiento. Las motos eléctricas disponen de un menor número de piezas. Por lo tanto, se reduce el riesgo de sufrir averías y en caso de necesitar reparación el proceso es mucho más sencillo.
  3. Menos impuestos. El incentivo que realizan algunas administraciones para fomentar una energía que no emite gases nocivos hace que, a la hora de la matriculación, los impuestos que paga una moto eléctrica sean menores.
  4. Más libertad de movimientos. En aquellos ayuntamientos concienciados en evitar la contaminación, los vehículos eléctricos disfrutan de ventajas frente a sus equivalentes de gasolina pues no se ven influenciados por limitaciones gubernamentales y pueden circular con total tranquilidad por todos los espacios urbanos.
  5. Más ecológicas. Respetan más el medio ambiente al no emitir gases que incrementen el efecto invernadero. Al usar electricidad, la fuente de energía es más limpia que los combustibles fósiles tradicionales.
  6. Sin ruido. En un entorno dominado por sonidos molestos, que una moto eléctrica no produzca ningún tipo de ruido es algo muy positivo para evitar la nociva contaminación acústica.


    Al igual que sucede con los coches eléctricos, las motocicletas que usan este tipo de motor suelen causar cierto tipo de reservas entre las personas que no creen que tengan la autonomía ni la potencia suficientes. Sin embargo, la innovación ha permitido crear modelos capaces de aguantar más de 300 kilómetros sin repostar y de alcanzar velocidades propias de competición. Aunque este tipo de motos eléctricas son casos especiales y tienen unos precios prohibitivos, poco a poco se empiezan a encontrar modelos con mejores prestaciones.


    La mejor manera de analizar a las motos eléctricas es comparándolas con sus semejantes propulsados con combustible fósil. Los dos tipos de montura comparten su agilidad a la toma de curvas o para lograr aparcamiento. La conducción apenas se ve afectada por el motor que monte el vehículo, aunque es cierto que las motocicletas de gasolina suelen tener una aceleración algo más rápida.


    El momento en el que paremos para repostar será cuando más diferencias encontraremos. El más evidente es que necesitaremos realizar más pausas si tenemos una moto eléctrica y que el tiempo de espera será mayor. Sin embargo, notaremos que nuestro bolsillo nos lo agradecerá, pues esta tecnología permite un considerable ahorro.


    Debido a que se trata de una tecnología aún en proceso de evolución, las motos eléctricas suelen ser más caras que las tradicionales. Aun así existen modelos como el Tork TX6 que pueden lograrse por menos de 1.700 euros. Además, hay que considerar que los incentivos gubernamentales hacen que el precio final se reduzca y se asemeje cada vez más a sus equivalentes de gasolina.


    Por sus características, las motos eléctricas son ideales para circular por ciudad pues sus limitaciones de autonomía no se ven afectadas en recorridos de pocos kilómetros (como son normalmente los que se realizan en el interior de una metrópoli) y sin embargo nos permitirán un importante ahorro en combustible.

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