Rafael Martell: “Más eólica significa menos factura de la luz”

Por ser un factor dinamizador de la economía, por generar empleo y modernizar la industria, por ser garantía de sostenibilidad ambiental y porque es una fuente de generación más barata, la energía eólica debe ganar un mayor espacio en el Archipiélago, a juicio de Rafael Martell, presidente de la Asociación Eólica de Canarias (Aeolican), que este jueves ofreció una rueda de prensa para hacer una radiografía del sector y de los retos a que se enfrenta.

Con ocasión de presentar la campaña “I Love Eólica”, con la que a través de diferentes soportes se busca concienciar a la sociedad en su conjunto sobre la importancia de esta tecnología, afirmó que “más eólica significa menos factura de la luz”, según aseguró, acompañado por Inma Aguilar (Satocan) y Rafael Sánchez, gerente de la Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria, a la vez que incidió en las ventajas que tiene la forma de producir electricidad a través de aerogeneradores, dado que reduce el déficit del sistema en Canarias, que se paga en la factura de todos los españoles.

Por las características de las instalaciones eólicas las posibles afecciones son temporales, con lo que obligatoriamente se tendrán que desmontar en veinte años, bien para retornar el terreno a su estado original, bien para sustituir los molinos por otros más eficientes. Junto con eso, “las afecciones medioambientales (y visuales) son muy limitadas en volumen y en tiempo”, añadió.

A la hora de valorar las posibles dificultades a las que se enfrenta la instalación de parques eólicos, dijo que estas son "problemas humanos", con algunas trabas burocráticas, frente a los problemas técnicos reales, “que son muy pocos”, si bien es cierto que “a nivel de ciudadanía pueden surgir algunos problemas por asuntos de afección visual, dado que la mayor parte de la población vive en zona costera y el viento aprovechable está más presente allí”. Así, dijo que “convivimos viento y ciudadanos en las mismas zonas, lo que puede crear fricciones, pero son subsanables”.

Por otro lado, es una tecnología “que crea empleo local, estable y de calidad”, afirmó el representante de Aeolican, al recordar que unas 23.000 personas trabajan en el sector en toda España, cinco veces más mano de obra que las tecnologías convencionales y con el añadido de que el 70% de ellos

son cualificados.

Desde el punto de vista medioambiental, destacó que la eólica no contamina y frena el agotamiento de combustibles fósiles, contribuyendo a combatir el cambio climático. Como dato, apuntó que evitó en 2017 la importación de 9,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo y que es la tecnología líder en evitar emisiones de CO2, con 28 millones de toneladas solo en 2017.

Debe tenerse en cuenta que la eólica baja los precios de la electricidad porque desplaza a tecnologías de combustión, que son más caras, del mercado. Como dato, cabe señalar que redujo en 2017 el precio del “pool” en 9,5€/Mwh, por lo que el consumidor doméstico se ahorró el equivalente a poner 72 lavadoras al año. Los costes de la eólica siguen cayendo en todo el mundo, incluida la UE, donde se han reducido alrededor de un 40% entre 2009 y 2015, según la Comisión Europea.

Por su parte, Inma Aguilar destacó que junto con el beneficio medioambiental y la generación de empleo, hay “un valor añadido por ejemplo para los hoteles, a la hora de que sus clientes sepan el origen de la energía que consumen, que satisface una de las demandas crecientes de nuestros turistas, que valoran

mucho los aspectos vinculados a la sostenibilidad, por eso, nos hace más competitivos, en ese sentido”.

Rafael Sánchez insistió en la necesidad de dar a las futuras generaciones la oportunidad de “tener lo que tuvimos nosotros cuando niños”, algo a lo que se puede llegar “utilizando los recursos renovables, sobre todo la éolica, que consume menos territorio, amén de sistemas de almacenamiento en baterías o hidráulicos que nos permitirían utilizarla de modo permanente”.

Aeolican agrupa a promotores eólicos de todas las islas y fabricantes desde 2009, así como ingenierías y entidades públicas. Entre sus metas, se encuentra promover el crecimiento de la energía eólica a través de sus intereses, la investigación, la comunicación y la educación.